martes, 26 de octubre de 2021

Semana 13

 22/10/2021

Números y más números

No tengo ganas de escribir, por lo menos no una bitácora. Siento que no tengo nada por comentar sobre la clase, pero eso sería una gran mentira. Uno siempre tiene algo que decir, incluso algo pequeño, algo que tal vez ni siquiera tenga una relación grande con el tema central. Ideas siempre hay. Una idea que me persigue desde hace días es la de la ficción, escribirla, digo.

La clase empezó algo tarde. Fue extraño. Sin embargo, utilicé esos minutos para cantar a todo pulmón algo de mis listas de reproducción. Ese viernes leímos dos bitácoras. Me sentí identificada con la de Astrid por declararse obsesionada con la ortografía. No sé si llamaría a lo mío como una «obsesión», sé que me hace ruido ver una palabra mal escrita, la corrijo en mi mente y pienso que la embarraron al publicar eso tan mal hecho. Algunas veces comento con mi mamá esos errores y ella solo me dice que deje de criticar. Escuchar la bitácora de Astrid me hizo sentir acompañada. Creo que es más que una crítica suelta, yo diría que es reconocer un error. No es algo que comente como para que alguien se sienta mal. Jamás pensaría hacer eso.

Confieso que algunas veces me asusta ese sentimiento. Reconoces un error (sobre todo de tipo ortográfico) y te señalan de engreído, criticón o aguafiestas. He llegado a pensar que estoy mal, pero ahora no lo creo. La buena escritura es una preocupación real. No estoy obsesionada y no me creo más que nadie. El principio de todo esto es tener una buena comunicación. Frente al tema, de la Rosa Santillana afirma (s.f.) “Para comunicarnos eficazmente, es necesario elaborar mensajes de manera correcta y comprensible, por ello escribir bien evitará malinterpretaciones en lo que queremos decir. Una palabra mal escrita puede cambiar el sentido a lo que se quiere expresar”. Sí, no estoy sola. Además, no se trata de mí o sobre lo que yo piense, es sobre una comunicación eficaz. Yo también me equivoco y estoy dispuesta a aprender.

Creo que la disposición es muy importante en cualquier aspecto de la vida. Un corazón dispuesto alegra cualquier camino y hace que todo parezca más sencillo. Por ejemplo, este semestre la estadística me persigue, así que entre mis quejas y un gran drama, decidí disponerme con la mejor actitud para aprender. No es fácil, no voy a mentir. Es una decisión de todos los días.

Les digo, quise tirar la toalla cuando me di cuenta de que dentro de la explicación del uso de tablas y figuras había contenido de estadística. «¿Es broma?» pensé. La verdad, echarme para atrás no era una opción real, sobre todo porque ya había hablado con Cata y justo planeamos una reunión para organizar la exposición. Sé que algunas veces armo mi propio drama, después de eso y toda una crisis, decidí que lo haría con disposición.

Por otro lado, quiero comentar que estuve leyendo un capítulo sobre estadística para mi clase de Investigación de Mercados. En gran parte del texto el autor se encargó de explicar los conceptos básicos como población, muestra, variables, parámetros, estadísticos, lo descriptivo y lo inferencial. No obstante, hubo algo que me llamó bastante la atención, el constante llamado a utilizar la estadística y el pensamiento de que conocer esta ciencia te hace mejor profesional. Dicen que “los hombres y las mujeres de negocios, en su eterna búsqueda de la rentabilidad, consideran que la estadística es esencial en el proceso de toma de decisiones” (Webster, 2000). Parece que en el libro los hombre y mujeres de negocios son todos aquellos que trabajan.

La estadística sirve para tomar decisiones y resolver problemas. Eso lo entiendo. Tiene sentido para mí. Webster (2000) también menciona que el mundo laboral paga más a quienes saben hacer preguntas que llevan a un objetivo. Creo que para hacer esas preguntas la estadística no es 100 % necesaria, pues recordé el ejercicio del metamodelo y cómo sí hay preguntas que abren puertas. En cuanto a las decisiones por tomar, sé que las estadísticas ayudan a entender un montón de factores del mundo real, son útiles y no se pueden dejar de usar. Sin embargo, soy fiel creyente de que hay decisiones que no se pueden tomar con los numeritos como guía.

Hay momentos en donde uno tiene que hacer lo que el corazón diga, eso que dé paz y que se sienta seguro. Mientras escribía eso, llegó a mí un relámpago con una frase de uno de mis libros favoritos, dice así: “Porque el amor es eso, una intuición, un relámpago en medio de la noche, una corazonada que puede salir bien o mal, pero al que nunca puedes quedar a deber porque no te atreviste a dar el paso necesario” (Taibo, 2016).

La estadística no está para definir esas decisiones como el amor. No sabe de amar… o tal vez sí. Hace unos días, en mi taller de poesía leí una prosa poética sobre el amor y las matemáticas. Fue precioso. Me gustó saber que un ingeniero construyó una metáfora tan linda con factoriales, sumas y restas. Les compartiría un verso por aquí, pero aún no está publicado. Los poemas de este ciclo saldrán a la luz la primera semana de noviembre. Les pondré aquí el vínculo para que lean un rato. Todos los poemas son increíbles.

Supongo que llegamos al punto en donde todo se conecta con todo. La matemática se une con la poesía, y mi exposición del capítulo siete del estilo APA se conecta con Benito Taibo. Por eso hay colores para todos los gustos y uno tiene que saber un poquito del mundo. Sí, incluso lo básico de estadística y matemáticas. Así no nos complicamos tanto en la vida. En conclusión, estar dispuesto es de las cosas más importantes de la vida. Estar dispuesto a aprender, equivocarse y tomar decisiones con el corazón.

Referencias

De la Rosa Santillana, N. (s.f.). La importancia de la Ortografía en la Producción de Textos. Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/prepa4/n5/e2.html#refe1

Taibo, B. (2016). Corazonadas. (Primera edición). Editorial Planeta: sello Destino.

Webster, A. (2000). Estadística aplicada a los negocios y la economía. (Tercera edición). Irwin Mcgraw Hill.

-Valentina Sandoval Pineda

martes, 19 de octubre de 2021

Semana 12

15/10/2021

Diferentes modos de ser

Esto será rápido. Es una reivindicación de las comillas españolas. Yo creo que en uso. La RAE recomienda su uso y casi todo Bookstagram Colombia las usa. Sé que no son fáciles de usar en los teclados, pero son bellísimas («»). No las dejemos morir.

En APA y la escritura académica recomiendan escribir con letras los números del cero hasta el quince. Pues el veintidós tiene una preciosa.

Todo esto para decir que hay manuales diferentes, así como propósitos de escritura. Hay reglas que se pueden romper, por eso la necesidad de conocerlas.

Eso es todo por hoy.


Taller - semana 12

15/10/2021

Estudiar en la universidad y aprender a ser

Escoger una carrera es una decisión complicada. Enfrentarse a ella trae bastantes dudas y aqueja el futuro. Recuerdo que yo creía tener clara la elección de mi carrera. De pequeña decía que quería estudiar medicina y ser pediatra, sin embargo, eso cambió cuando cumplí quince y me di cuenta de que realmente era una carrera que no tenía mucho que ver conmigo, además, la salida laboral no se ajustaba con la idea de mis planes.

No puedo negar que entré en una gran crisis. El tiempo pasaba demasiado rápido y yo no tenía idea de lo que iba a ser de mí. Lo mejor que pude hacer fue levantar la mano y pedir ayuda. Vero, mi líder de ese entonces, me dijo que la carrera que estudiamos no define nuestro propósito o cómo será nuestra vida, de alguna manera, eso concuerda con lo que dijo Freddy Vega (2018) en su video, es necesario pensar en el gran esquema de las cosas.

Empecé un proceso largo. Tuve que recordar qué me que me gustaba de pequeña, pensé en cuáles eran mis sueños y cómo no quería que fuera mi futuro. Poco a poco, todo tomó sentido. Busqué carreras afines a lo a mi proyección y encontré la comunicación social.

En el video titulado La carrera que estudies determinará tu empleo, decían, Freddy (2018) expresa que la idea de estudiar en la universidad es poder diseñar la carrera para ir más allá, sobre todo porque todos necesitamos adaptarnos a lo nuevo y poder innovar. Algo que yo disfruto de mi universidad es la libertad que nos dan para crear nuestro camino profesional. Más allá de eso, me gusta pensar en mí, en Valentina Sandoval y lo que ella puede hacer con lo que aprende en cada clase.

Como lo mencioné anteriormente, lo que Vero me dijo una vez cambió mi manera de ver el mundo. Escoger una carrera sí es una gran decisión, pero no tan grande como estropear propósitos o determinar empleos. La verdad, la vida da muchas vueltas, así como cada persona se enfrenta con una gran variedad de cambios… El futuro termina siendo incierto. Por eso la importancia de tener una visión más amplia de las cosas, no se trata de enfocarse en una carrera y hacer exactamente eso que se espera. En mi caso, no se trata de estudiar comunicación social para ser periodista, o como decía mi tío, estudiar para salir en televisión; la vida es mucho más que estudiar muchos años para terminar haciendo lo que el mundo dicta. Siempre hay diferentes posibilidades de actuar. Cada persona es diferente y está en esta tierra por una razón específica. En realidad, esto se trata de diseñar caminos.

Yo sí he aprendido en la universidad. Creo que lo mejor que puedo hacer es poner en práctica los conocimientos que comparten mis profesores. Del mundo editorial trato de llevar lo de las clases a mis proyectos, así es como aprendo y crezco al mismo tiempo. Es primordial tener una visión, pensar en grande y saber que con cada paso se construye ese gran camino. Además de los saberes teóricos y prácticos de una disciplina, la universidad también es para vivir y enfrentarse a un nuevo mundo, diferente a la burbuja que tal vez llega a surgir en el colegio.

Mi universidad tiene una visión interesante sobre la educación, pues al ser jesuita, plantea una formación integral. En mi colegio también pude experimentar eso, incluso más a fondo, porque nos explicaban sobre las dimensiones humanas y cómo debemos alimentar cada parte de nosotros, esto para el servicio y la excelencia. El padre Pedro Arrupe (1980) señaló cuatro notas que deben estar presentes en la educación integral: “Doy aquí por supuestos los aspectos académicos y educativos. Mi atención se fija en otros aspectos de la formación integral que debemos dar a nuestros alumnos” (p. 4). Él se refiere a la formación de personas de servicio, personas nuevas y con una vida coherente, personas abiertas al crecimiento personal y al mundo cambiante, y personas equilibradas.

Más allá de la creencia de las personas, si comulgan o no con la espiritualidad ignaciana, creo que es bueno adoptar una visión integral del proceso educativo y personal. Como lo dije antes, no estudio para cumplir con las expectativas de los demás. Estudio por mí, porque quiero ser luz y poder servir con lo que hago. Freddy también expresó que es buena idea seguir en la universidad si se tienen planes mejores de los que se hacen mientras uno estudia. En mi caso, no tengo dudas. Todo va a estar bien.

Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos (Nueva Traducción Viviente, 2010, Isaías 55:8-9).

Por otro lado, la educación integral se relaciona con la intersección de conocimientos. El mundo está en constante cambio y las personas necesitan adaptarse, conocer sobre lo nuevo e innovar. Así se crean mejores profesionales, pero no necesariamente mejores personas. Eso lo sabe muy bien el tío Paco, un personaje de Benito Taibo (2017)


Cada canción, cada sueño, cada encuentro fortuito o premeditado, cada película vista, cada libro leído te hace una persona diferente, te determinan. Eso es lo que se llama una «educación sentimental» (…) En la escuela te enseñan cómo ser ingeniero, médico, historiador, abogado, arqueólogo. La educación sentimental te hace ser persona. No sirve de nada tener buenos historiadores o arquitectos, si antes no son buenas personas. Hay que encontrar un equilibrio entre una y la otra (p.90).

Ahora bien, el aprendizaje no se trata únicamente de conocimientos teóricos, va mucho más allá. El aprendizaje está en las experiencias, en la cultura, en las relaciones… en cualquier situación se puede aprender algo nuevo. Mi carrera no define el rumbo de mi vida, tampoco mi empleo. Eso lo defino yo, mientras tanto, voy diseñando mi camino.

El nuevo contrato social de educación plantea dedicar la vida al aprendizaje. Mi conclusión es que el aprendizaje se puede encontrar en cualquier lugar, y que la vida no se trata de cumplir las expectativas de los demás, se trata de ser uno mismo.

Referencias

Arrupe, P, S.J. (1980, 13 de septiembre). Nuestros colegios: hoy y mañana. Alocución del R. P. Pedro Arrupe S.J. en la Clausura del Simposio sobre Educación en Centros de 2ª Enseñanza.

Taibo, B. (2017). Persona normal. (Primera edición). Editorial Planeta: sello Destino.

Santa Biblia, Nueva Versión Internacional. (2010). https://www.tyndale.com/sites/ntv/

Vega, F. (Platzi). (2018). La carrera que estudies determinará tu empleo, decían. [Video]. YouTube. https://youtu.be/lzGvggvdDfA


jueves, 14 de octubre de 2021

Semana 11

 08/10/2021

Sobre las palabras

Hay personas que ya no se sienten emocionadas por escribir bitácoras, los entiendo. Yo sigo escribiendo sin saber muy bien por qué, lo que sí tengo claro es que ya no pienso tanto en la clase, en las citas que voy a poner o en que me vayan a leer. Creo que se trata más de mi mundo interno, lo que sucede en mi cabeza todos los viernes de once a una. Por eso no escribo aquí de manera académica, porque mi discurso real no sabe de seriedad. Solo soy yo escribiendo de la manera más transparente que puedo.

Como estoy siendo honesta, debo confesar que me asustó un poco todo el asunto con los resúmenes. Ver una corrección en vivo y en directo me llevó a pensar en lo que yo hice, creo que no es 100 % bueno, mis títulos no ayudan mucho que digamos, y creo que las palabras clave tampoco fueron las mejores (en mi defensa, las pensé mejor que en el colegio); creo que, a grandes rasgos, no estuvo mal. Ya veremos. Ojalá no me lleve una decepción, así como en el colegio con Matemáticas o como en Investigación de Mercados… este semestre (aunque tengo grandes desacuerdos al respecto).

De la clase (entre las explicaciones de los expositores y el profe) aprendí más sobre la escritura académica. Creo que lo que más me marcó fue reconocer que sí tiene relevancia y un propósito. Yo sé, suena evidente, pero no lo había pensado. Resulta relevante por la comunicación de ideas sobre un tema especializado; es como un tutorial de YouTube, ya saben, los hay de todos los temas. El propósito de la escritura académica es honorable, bueno e importante, ¿cuánto hemos aprendido de lo que se ha publicado?

Entonces, en esta clase hablamos de transiciones, cadenas de sustantivos, tono, contradicciones, coloquialismos, jerga, antropomorfismos, tiempos verbales, humor, condiciones entre sujeto y verbo, editorial nosotros y estrategias para mejorar la escritura. Todo encaminado en la parte académica de lo escrito. La verdad, es bastante información. No es complicada, sin embargo, para eso están los manuales. Como ya lo he expresado anteriormente, no se trata de vivir en piloto automático. Siempre hay oportunidades para consultar, equivocarse y aprender. Eso me gusta. También lo mencionamos en clase de Corrección, no porque no sepamos lo básico y la información desaparezca de nuestras cabezas, sino porque la RAE se actualiza, y no somos perfectos, nos surgen dudas y eso está bien. Pretender que soy perfecta y que nada se me escapa es realmente agotador. Ese viernes me di cuenta de que no quiero vivir con la necesidad de ser aceptada.

Siguiendo con el orden de la clase, después de la exposición hablamos más a fondo sobre lo que significa escribir. Eso me remite a una de las bitácoras que se leyeron dentro del ritual, ya que mencionaba la importancia de conocer nuestra forma de escribir y conocer el lenguaje. Yo sé que escribir no es lo mismo que hablar, más allá de lo formal, lo coloquial y las diferentes expresiones que pueden aparecer, creo que la diferencia radica en su significado. Respeto lo oral, pero escribir es dejar huella, es darle nombre a eso extraño que siento en mi corazón, darle rienda suelta a mi imaginación, conectar con otras personas, amar…

No seamos cursis. Sebastián dijo que una cosa es escribir y otra cosa es redactar. Yo lo creo cierto. Por ejemplo, en los talleres de escritura creativa es común dejar la etapa de corrección para el final, primero dejan que todo fluya y después sí se genera una lectura pensando en la redacción. Es que son procesos mentales diferentes. Se necesita de una buena lectura para detectar eso que no cuadra dentro de la redacción, además, hay que pensar muy bien el uso de las palabras. Lo bueno es que de todo se puede aprender. La redacción es un camino a recorrer y hay mucho por conocer.

En suma, la escritura académica es un mundo diferente. Para recorrer mundos necesitamos pasar por el camino de la redacción y estar constantemente aprendiendo. Con eso dicho, mi posición hacia ese tipo de escritura es de total respeto y admiración, sin embargo, no soy amante de ella. A mí me más gusta tener la libertad para decir que mi esfero tiene una crisis existencial y que por eso no escribe más. Aunque, si soy honesta, disfrutaré de escribir desde cualquier punto… solo si mis palabras son para bien.

Quiero compartir con ustedes un fragmento del ensayo Leer, del Diccionario Filosófico de Fernando Savater. Lo tuve en mente (a Fernando) durante el final de la clase, sobre todo porque recordé lo que pueden hacer nuestras palabras, el poder que tiene publicarlas, y que de nada sirve la vacua palabrería.

Yo soy de los que creen que todo libro es, a su modo, mágico; aún más, considero que en el ya antiguo rito de la lectura siempre hay algo de conjuro y brujería. Y también estoy seguro de la victoria a largo plazo de los libros sobre cualquier otro tipo de armas, porque allí se encierran los materiales más explosivos que el hombre puede fabricar. Explosivos para destruir ciudades o para hacer túneles que nos lleven a la luz. En todo caso, un poder terrible (Savater, 1995, p. 202).

Yo quiero usar el lenguaje para mostrar la bondad del mundo en el que creo, que mis palabras exploten de amor y sean como un faro de luz.

Referencias

Savater, F. (1995). Leer, Diccionario Filosófico. Barcelona: Editorial Planeta.


-Valentina Sandoval Pineda

jueves, 7 de octubre de 2021

Semana 10

01/10/2021

Nuevas etapas y recuerdos

Primero de octubre, primer viernes del mes, semana diez de clase. Quedan cuatro semanas para retirar materias, el 29 es el último plazo y ese mismo día es el estreno del nuevo álbum de Ed Sheeran. Datos curiosos para que puedan tener en cuenta.

Así como empezó un nuevo mes, también inició una nueva etapa dentro de la dinámica de clase. Llegan las exposiciones y todos tendremos un tema, como dijo Sebastián, es momento de escuchar más nuestras voces, además, así podemos seguir practicando nuestra expresión oral. Eso nunca sobra, sobre todo ahora que estamos tan acostumbrados a la pasividad que ha traído la pandemia.

La idea es que las exposiciones sean en grupo porque es bastante información, aunque eso no significa que cada integrante se quede solo con un poquito del gran tema. Laurita, el eterno mal ejemplo de la clase, volvió para retratar un grupo disfuncional, en donde cada quien cogió por su lado.

El grupo de Lily, Ana y Sofi fue el primero en pasar. Las chicas dieron una gran apertura a esta nueva etapa de la clase, y sin duda, no siguieron el mal ejemplo de Laurita. Entre las tres, nos explicaron un poco el contenido del Manual de redacción académica e investigativa, en donde hicieron hincapié en la intertextualidad, la documentación, la paráfrasis, la citación y sus reflexiones, estructuras textuales y partes del artículo, ponencias, artículos de investigación y caracterizaciones.

Creo que fue revelador, en especial porque a veces obviamos algunos detalles. Como los títulos, que deben funcionar como un puente lector entre el contenido y el nombre. Titular es un acto comunicativo. Como decía Angelita, por allá en primer semestre, poner un título, el acto de nombrar, es hacer que eso sea real y que tome un valor diferente. Incluso sabiendo eso, algunas veces nombro a la loca, casi sin pensar qué estoy haciendo.

Por otro lado, el resumen también me transportó al pasado. Recordé cuando con Luis Fer estuvimos trabajando en un resumen durante todo el semestre. Fue retador. Pensamos que es demasiado fácil y por eso se nos olvida que ser precisos es importante, escribimos de más y al final no decimos nada. Al final me fue bien y quedamos contentos con el resultado, pero no puedo evitar sentir nervios por los resúmenes venideros. Igualmente, las palabras clave me llevaron a recordar otra clase, solo que esta vez una del colegio; más que recuerdos, me confrontó, pues me hizo pensar en lo importantes que son. Ellas sirven como etiqueta, así es más fácil encontrar investigaciones según un interés. Mis amigas del colegio y yo no pensábamos en eso, casi siempre llenábamos esas partes con un montón de palabras que al final no eran relevantes.

Me gustó esta exposición porque de alguna manera por fin le pude encontrar sentido a aquello que hacía automáticamente en los laboratorios de química. Creo que explicaron de una manera clara y eso me va a servir para más adelante. No dudé en darles 50 en el Kahoot.

Ya estoy cerca de mostrarles mis resúmenes, pero antes quiero contarles sobre una impresión que tuve durante la clase. Mientras veíamos un video explicativo del efecto Zeigarnik se me ocurrió pensar que era un tanto romántico. Me refiero al cerebro apasionado por eso incompleto, ¿qué pasa con los amores incabados? ¿En algún momento el cerebro se olvida de esa tarea? Pienso en que, tal vez, un amor no está completo porque siempre se sigue construyendo; también pienso en esas historias que quedaron en veremos, esas que no tuvieron un cierre formal y se quedaron en el aire… No me pongan atención, ya me estoy desviando del tema. Solo por eso, aquí les comparto mi primer resumen:

El funcionamiento del efecto Zeigarnik

El objetivo de este estudio es analizar el efecto que tienen las tareas acabadas e inacabadas sobre el cerebro humano. La psicóloga Bliuma Zeigarnik pensó en este fenómeno por primera vez cuando se encontraba en una cafetería, pues notó que los meseros recordaban mejor los pedidos que faltaban por entregar en comparación con los que ya estaban completos. A partir de esta observación, Zeigarnik empezó a desarrollar una teoría, en donde también realizó un experimento. La metodología a desarrollar consistió en trabajar con dos grupos de estudiantes, a cada uno de ellos se les asignaron veinte tareas. La distinción entre los grupos estuvo en la interrupción de las actividades. El resultado que generó este estudio indica que las personas recuerdan mejor las tareas incompletas o pendientes, a diferencia de las que ya se finalizaron. El cerebro genera un efecto adictivo, por esa razón le es más fácil recordar aquello que no está terminado. El resultado de estos efectos puede dar pistas para ser utilizado en el diario vivir.

Palabras clave: Actividades incompletas – Cerebro – Memoria – Zeigarnik.

A continuación, pondré el segundo resumen, pero primero quiero hablar un poco de este efecto, el Dunning Kruger. Me parece supercurioso este fenómeno, aunque siento que cuando lo he experimentado –y lo he sabido identificar– me he encontrado en el otro lado de la moneda. A veces pienso que no sé lo suficiente, aunque no llego al síndrome del impostor.  Recordé la vez que estaba organizando mi hoja de vida y de repente me pareció que no sabía taaanto. Ahora pienso en eso y la verdad era una bobada. Mis conocimientos no son perfectos y siempre voy a aprender. No está mal reconocer. En ese entonces me intimidó no tener el 100 % de los saberes, pero hoy puedo decir que tengo bastante… por algo estudio. Ahora sí, sin más preámbulos, el segundo resumen:

¿En qué consiste el fenómeno Dunning Kruger?

El propósito de Dunning y Kruger es demostrar un fenómeno en el que se presenta un sesgo cognitivo sobre las personas incompetentes, quienes no son capaces de reconocer su inhabilidad. Ambos investigadores tenían la hipótesis de que la ignorancia suele generar mayor confianza, esto en comparación con quien realmente sabe. La metodología a seguir en este estudio fue un trabajo en conjunto. Los investigadores reunieron un grupo de personas, les pidieron que autoevaluaran sus competencias en razonamiento lógico, gramática y humor. Los resultados apuntan a que la gente con conocimiento tiende a subestimar sus habilidades, mientras que quienes menos saben tienden a sobreestimar sus habilidades. Como conclusión a este fenómeno, se sabe que el reconocimiento de la ignorancia es el paso para llegar al verdadero conocimiento.

Palabras clave: Cognición – Competencias – Dunning – Ignorancia – Kruger.

Eso es todo por hoy, creo que ya tenemos bastante información por procesar. Nos leemos pronto.

- Valentina Sandoval Pineda


Semana 16

  12/11/2021 ¿El final? No puedo no escribir. Menos cuando esto ha significado tanto para mí y me cuesta despedirme. Aún no puedo creer ...