jueves, 5 de agosto de 2021

Semana 2

 

30/07/2021

Por qué escribimos y otras aventuras

«Cámaras prendidas» dijo el profe, nos saludó y llamó a lista. Mientras hacía este ejercicio de saludarnos, en su pantalla se mostraba la opción de modo conjunto, es una herramienta divertida para hacer clase, pues es la simulación de un salón. Nos organiza en filas, las sillas son de colores y parece que estuviéramos desde algún salón del Barón. Eso me hizo sonreír.

Después de los saludos, llegó el momento de tensión. La primera lectura de bitácoras. El profe revisó su correo y escogió la bitácora de Catalina, algo curioso de este ejercicio es que el autor no puede leer sus propias palabras, ¿cómo se escuchará mi voz desde la de alguien más? 

Con la bitácora de Catalina nos dimos cuenta de lo diferente que todos vivimos la primera clase, es interesante analizar qué es eso que genera huella en nosotros como para escribirlo a fondo. Seguimos con la bitácora de Juan Esteban, que también sirvió como prueba de lo distinta que fue nuestra experiencia. Él, desde una narración muy chévere, nos dejó conocer sobre sus miedos, sus gustos y sus amigos. Creo que lo que más me gustó de sus palabras fue la importancia que le da a la amistad.

La reflexión que llegó a nosotros después del ejercicio de lectura nos mostró un poco sobre la cultura del registro, si esta no existiera, no habría gestión de la información ni del conocimiento. La idea es que todos estemos informados y que podamos tener acceso a la información. Así encontré otro propósito en la escritura de las bitácoras. No deja de sorprenderme el ver que cada punto de la clase está conectado, todo fue fríamente calculado.

Como seguíamos hablando de nuestra experiencia al escribir, sobre todo por la cantidad de palabras, Sebastián compartió con nosotros una frase de Francis Bacon que dice así: «La lectura hace al hombre completo; la conversación lo hace ágil, el escribir lo hace preciso». Entre todos desmenuzamos la frase para entender mejor su significado. Empezamos con la escritura que, además de ser una ayuda en el desarrollo de la precisión, también tiene gran cantidad de valores añadidos como la reflexión, el análisis y la observación; la conversación nos hace ágiles porque requiere de una buena escucha y también de una buena respuesta, el saber qué decir es muy importante; y la lectura nos hace completos porque nos permite conectar con personas, situaciones y mundos... como Benito Taibo ha dicho, la lectura nos hace empáticos y en los libros podemos encontrar educación emocional. Como comunicadores en formación nosotros debemos aspirar a lo que dice Bacon, necesitamos precisión, agilidad y mucha empatía para ejercer esta profesión. Además, no tendría sentido si no supiéramos comunicar todas las buenas ideas que hay en nuestras cabezas.

En la siguiente parte de la clase, Sebastián nos volvió a compartir su bandeja de entrada y nos hizo notar que algunos correos habían sido enviados sin asunto o saludo alguno, eso le quita toda formalidad y cordialidad a la situación. Aprovechando la pantalla compartida, también pudimos ver la firma electrónica de una de las estudiantes del profe, después de la muestra nos hizo un tutorial en vivo para trabajar en nuestras firmas, ¡buenísimo! Creo que para muchos fue un llamado de atención, por lo menos a mí me hizo pensar en mi firma actual, aunque es muy sencilla y me gusta, la hice en primer semestre, pensando en las informalidades de la vida y mi afinidad por cierto cantante (¡uy!, mencionar eso me llevó a sexto de bachillerato).

Como hablamos de formalidad y cordialidad en los correos, Sebastián nos preguntó por la netiqueta (#Netiqueta, escribió en su pizarra virtual), y tal como suena, es la etiqueta que se usa en la network, es decir, las reglas que regulan el comportamiento de los usuarios al comunicarse en la red. Para poder conocer más sobre estas reglas y entender cómo nos debemos relacionar en las redes, el profe nos organizó en grupos (sí, otra maravilla de Teams). Trabajé con Catalina, Astrid y Daniel, juntos buscamos diferentes reglas de etiqueta y encontramos un montón. Por ejemplo, siempre hay que saber a quién le escribimos y el registro lingüístico que debemos manejar; y que es importante respetar el tiempo de los demás, sobre todo ahora que vivimos en la virtualidad, no se vale hacer videollamadas a las dos de la mañana solo porque se me olvidó hablar algo.

El tiempo en grupo terminó, así que todos volvimos a la sala principal. Allí compartimos las reglas que habíamos investigado y nos dimos cuenta de que hay un contexto para todo. Sebastián puso el ejemplo del chat grupal del colegio de su hijo, se supone que sería un canal de comunicación relacionado con información académica y demás actividades escolares, sin embargo, una de las mamás envió uno de esos chistes virales y le hicieron saber que ese no era el espacio para hacerlo. Vivimos en un mundo lleno de información, así que hay que tener claras las reglas de juego… en especial nosotros como futuros profesionales de la comunicación.

La clase continuó con el anuncio del blog. Este semestre vamos a alimentar alguna de esas plataformas como Blogger, Wordpress o Tumblr con nuestras bitácoras. Cuando estaba en primaria también manejamos un blog, en ese entonces Blogger se llamaba Blogspot, y yo sabía utilizar todas las herramientas habidas y por haber, incluso tenía mascota virtual. Por lo que me pude dar cuenta, las cosas han cambiado un poco y tengo mucho por aprender. Aprovechamos para crear el blog y subir nuestra primera entrada en él. Luego de eso, ingresamos a Twitter, pues allí haremos la entrega de la bitácora. –Profe, no le pongas mucho cuidado a lo que escribo por ahí, casi todo sale de mi aburrimiento–. Entonces la idea es publicar el texto en Blogger y después compartir el link en Twitter a la cuenta del profe (@inforydoc), él interactuará con nosotros por medio del me gusta, los retuiteos y los amados Gifs. Si llegamos a tener cinco corazones del profe, nuestra nota será cinco.

Gracias a que Twitter apareció en nuestra conversación, también pudimos conversar sobre la importancia de lo que publicamos. No sabemos quién nos está leyendo y sin duda estamos fichados. Creo que eso es lo que me llevo de esa segunda clase, incluso en la red debemos tener una buena imagen, lo que publicamos y nuestra manera de interactuar dice mucho de nosotros. Esto me lleva a pensar en las apariencias, pero no se trata de eso, qué rico ser tú mismo en cada contexto, qué rico ser amable y proyectar luz.

Eso es todo por hoy, queridos lectores. Nos leemos la próxima semana para narrar una nueva aventura y las ocurrencias del profe.

P.D: profe, tu hijo ya cumplió seis años, ¿eso significa que la mascota está más cerca de llegar a tu hogar?

-Valentina.

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