03/09/2021
No clase, muchos pensamientos
Sobre la no clase. El viernes anterior me alegré
de saber que no nos íbamos a conectar como usualmente lo hacemos. No me
malentiendan, mi alegría se debió a poder descansar de mi largo horario de los
viernes. Imaginé todo lo que iba a hacer en esas tres horas–contando el hueco
antes de clase–, pero los planes siempre cambian.
Ese viernes tuve
Marketing Editorial, que sin querer, se ha vuelto una de las materias que más
me gustan. Es la única materia de mi énfasis que estoy viendo este semestre y
en ella siento la calidez de los libros, y como lo mencionó Sebastián en Persona Normal, a veces parecemos una
secta. Me emociona mucho porque el ambiente es diferente, todos estamos en la
misma página y nos entendemos bien. Además, está en nuestros planes hacer un tour de bibliotecas, ¡qué tal esa
maravilla! La verdad es que me entra nostalgia terminar con eso que tanto me
gusta. No puedo creer que solo me falten tres clases para cerrar mi énfasis.
Yo había planeado volver
a mi cama y dormir en el tiempo de Información y Documentación, pero Santi
llegó y lo tenía que cuidar. La verdad es que nos divertimos, jugamos un rato y
escuché parte de sus clases. De hecho, pude saludar a uno de los profesores que
me dio clase en casi toda mi estadía dentro del colegio. También le hice
preguntas a Santi, porque parece que la idea del metamodelo y lo que son las
palabras no se escapa de mi cabeza.
—No me gusta comer
salchipapas, o sea, las papas y las salchichas me gustan, pero no juntas —dijo
Santi.
—¿Qué es lo que no te
gusta de la combinación entre las papas y las salchichas? —pregunté.
—Su sabor.
—¿A qué te sabe? ¿Qué no
te gusta del sabor?
—¡Pues no sé! —se calló
un momento— ¿Por qué me haces tantas preguntas?
—Curiosidad —contesté con
una sonrisa.
En el primer ejercicio de
preguntas llegué a pensar que era más fácil obtener información de los niños,
pero parece que no. Creo que aquí entra en juego el verdadero conocimiento de
nuestro mundo interior, qué tanto queremos compartirlo y cómo expresarlo con
palabras.
Las palabras. Yo no dejo
de pensar en ellas y ellas no me dejan sola. También pienso en los metamodelos
y a ratos en Sebastián, no el del libro, sino el profe. Es que recuerdo lo que
hemos visto y parte de eso lo he podido conectar un poco con mi relectura de Persona Normal. La clase se robó mi
lectura del capítulo De la velocidad del
pensamiento, tal vez porque el pensar, la mente y las palabras han ocupado
gran parte de nuestras charlas.
«Eso
es lo bueno de los pensamientos. Empiezas con una cosa, y terminas con otra que
nada que ver. O todo que ver, no estoy seguro. El caso es que los pensamientos
van hilvanando, a veces por medio de una palabra o una imagen, o un sabor, o un
color, a otros pensamientos» (Taibo, 2021, p. 70).
Como lo explica Benito
Taibo –a través de Sebastián, el personaje–, nuestros pensamientos son puntos
de costura y ese proceso es increíble, tal vez por eso nos cuesta poner en
palabras todo lo que hay en nuestra cabeza. Ahí la importancia del metamodelo…
o de hacer preguntas para entender cómo las ideas que no tienen nada que ver entre
ellas en realidad sí tienen relación.
Y como esta es una no bitácora de una definitivamente no clase, y como mis pensamientos son
así, saltarines, voy a hacer una confesión. No quería citar a Benito, pero lo
hice porque sé que eventualmente tendremos que hacerlo como ley –el hecho de
citar, me refiero–. Siento que sobra un poco ponerle la página y el año de
edición a la cita, aunque entiendo por qué se hace, pero es que este escrito es
tan informal que me bastaría con decir que son palabras de Sebastián, el
sobrino de mi querido tío Paco, ambos son creaciones del genio Benito Taibo.
Sí, aquí queremos mucho a Benito –queremos porque hablo de mí y cada parte de
mí… si tiene sentido. Así como Endry Carreño y sus diecisiete personalidades–.
Y ya. Creo que eso es
todo lo que tengo que decir sobre la no
clase, que en realidad no es mucho porque ni siquiera nos conectamos a
Teams… bueno, yo no. Ahora, como conclusiones puedo decir que en ciertas
ocasiones las preguntas me pican y quiero experimentar con quienes me rodean
para conocer qué hay en sus mentes; releer Persona Normal ha sido especialmente
bueno para este tiempo; creo que la palabra «bueno» me puede asustar un tris,
como muchas otras palabras, por lo que puede significar y lo que intento
representar desde mi mente, o por la agresión al lenguaje que puedo cometer…
uff. ¿Qué otra cosa iba a escribir/decir? ¡Ah, sí! Creo que algo relacionado
con la citación, pues nada, es importante no pasar por encima de lo que las
otras personas crean y reconocer su contenido. Ah, tengo que hacer referencias.
Bueno, eso ya no es divertido. Nos leemos pronto.
P.D 1: uso el manual de
la sexta edición, ¡perdóóón!
P.D 2: sí, esta no
bitácora es un mensaje para que todos lean Persona
Normal.
Referencias
Taibo, B. (2021). Persona Normal. Colombia: Editorial
Planeta.
-Valentina Sandoval Pineda.
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